viernes, 20 de septiembre de 2019

Armentum —Comisario Ole Lie— (Ailín Calire)

«Estoy en todos lados y en ninguno a la vez. Puedo veros, sentiros, apreciar el miedo que emana por vuestros poros, al daros cuenta de que voy a por vosotros. El aroma que produce vuestro miedo, inunda mis sentidos y me embriaga. Voy por el siguiente. Este juego, tan solo acaba de comenzar.»

La tranquilidad noruega, se verá interrumpida por el hallazgo del cuerpo sin vida de un reconocido juez, motivo por el cual, el comisario Ole Lie, es obligado a regresar al trabajo, tras unas largas y merecidas vacaciones. Al llegar a la escena del crimen, descubrirá que aquella investigación no la llevará en solitario. Junto a Tanja Iversen y luchando por acallar sus fantasmas, deberá hallar las pistas, aparentemente inexistentes, que le permitan dar con el asesino, mientras nuevos cadáveres hacen su aparición, desconcertándolos. ¿Qué conexión existe entre un juez, un ex militar, un abogado y su administrador contable? Y, sobre todo, ¿qué busca mostrar el asesino con aquellas muertes y jugando con su mente?


La escritora Ailín Calire regresa a estos parajes con otra de sus obras. En esta ocasión, la autoeditada Armentum (Comisario Ole Lie) es la elegida para continuar hablando sobre la autora argentina y su pluma. Antes de continuar, recordaros que se trata de la administradora de La Biblioteca de Ailuz, donde plasma su amor por la literatura más allá de sus propias novelas. El apoyo a otros autores, siempre presente, la caracteriza. ¡Qué bonita persona! Aunque, como descubriremos en las siguientes líneas (y como sucedió con su En línea recta hacia el Abismo), «bonito» es el adjetivo que nadie escogería para definir el libro del que hablaremos hoy.

Como ya deja ver la sinopsis, Armentum encaja en las categorías de thriller o novela policíaca. No en vano, Ole Lie es un comisario noruego perteneciente a la brigada de Delitos Violentos. Ante el hallazgo de una serie de cadáveres, su cometido es relacionarlos entre sí, descubrir qué tienen en común para poder resolver el caso. Un caso perteneciente a esos que le revuelven a uno las tripas, donde los cuerpos encontrados parecen sacados de las pesadillas más salvajes. La autora, de nuevo, no muestra ningún reparo en las descripciones de las escenas de los crímenes, así como de otro tipo de sucesos que plasman la cara más rastrera y vil del ser humano.

Armentum (Comisario Ole Lie)
Img: BBC News

¿Qué puedo decir de Ole? Se trata de un personaje serio, frío, metódico, huraño, muy centrado (obsesionado) en su trabajo. Podría cumplir perfectamente el patrón que solemos atribuirle a las personas pertenecientes a países nórdicos.  Desde mi punto de vista, está bien construido, coherente con los valores que se le suponen a lo largo de la trama, así como con el pasado que, poco a poco, vamos descubriendo.
Hacía años que había dejado de visitar sus tumbas. Para el Ole del presente, aquello era lo más estúpido que podía existir. Cuando una persona moría, solo quedaba un cúmulo de músculos, huesos y órganos sin sentido, y, con el tiempo, ni siquiera eso. Las visitas al cementerio eran para las personas que necesitaban aferrarse a los recuerdos, a la idea de que sus seres queridos estaban presentes en aquel lugar. Nada más alejado de la realidad.
Como tiendo mucho a analizar la psique de los personajes (deformación profesional, tal vez), en la historia encontré cierto aspecto que me sorprendió gratamente con relación a la memoria del comisario. Al final, la mente humana tiende a soterrar aquellos acontecimientos que amenazan con destruirla. Capas y capas de seguridad que deforman la realidad de un modo casi tétrico. 

Armentum (Comisario Ole Lie)
Img: mintpressnews
Por otro lado, encontramos a Tanja Iversen. Nueva en el Cuerpo de Policía de Oslo, su aspecto físico dista de lo considerado «perfecto» (¿qué es, al fin y al cabo, la perfección?). Una mujer de carácter decidido y protagonista de un importante giro al final de la novela. Sin embargo, es un personaje que, personalmente, no me ha terminado de convencer. ¿Por qué? Apuesto por la atracción instantánea (o casi) dentro de una historia. Al fin y al cabo, en la vida real no es una situación descabellada. Al contrario. Pero Tanja habla de amor demasiado rápido. Incluso en la misma trama se dice que apenas conoce a la otra persona, tan solo de unos pocos días. Aun así, no me parece suficiente. Entiendo que da mucho juego, pero creo que le resta credibilidad.

El elenco de personajes no es muy amplio, por lo que tampoco puedo nombrar a muchos más. Destaco a Gina, Jefa del Departamento Científico dentro de la policía. De aspecto atlético, también posee un temperamento destacable. Lucha por sus convicciones, por lo que cree justo (¿qué es, al fin y al cabo, la justicia?). 

Es un libro que me ha gustado, me ha mantenido expectante ante el desarrollo de los acontecimientos, con ganas de saber más acerca del autor de esas muertes horribles. Aunque he de decir que el móvil de los crímenes me resultó bastante previsible. No así el asesino, o al menos hasta cierta parte de la historia, pues al principio atribuía su identidad a otra persona.

Un punto que me parece positivo es la explicación de las emociones de los personajes. Hay lectores/as que creen que ahondar en las emociones le resta dinamismo a la historia, que la puede llegar a ralentizar en ciertos puntos. Puede ser. Sin embargo, en mi opinión, es absolutamente necesario. ¿Por qué los personajes actúan como actúan si, quizá, el modo racional de hacerlo hubiese sido otro? Porque, amigos, las emociones y los sentimientos juegan un papel muy importante en la conducta humana. Aquel que lo niegue ha pasado muy poco tiempo consigo mismo. Y creo que esto cobra vital importancia cuando los crímenes y otros actos de dudosa moral aparecen en escena (sobre todo, si no hablamos de un asesino con rasgos psicopáticos).

¿Qué más puedo decir? La obra aborda de forma explícita un oscuro asunto que emponzoña la realidad de miles y miles de mujeres: la cultura de la violación. Es de conocimiento popular el caso de La Manada. Y no solo ese, sino todas las manadas que han ido apareciendo después (y las que no llegan a los medios). ¿Cómo puede seguir existiendo una educación que enseñe a las mujeres a defenderse pero no a los hombres a no agredir? ¿Cómo puede seguir habiendo hombres —que pierden el derecho a seguir denominándose así— capaces de vejar a las mujeres como meros objetos a su disposición, a su uso y disfrute? Ailín ha querido realizar una denuncia social con su historia. De hecho, creo recordar una publicación suya en Instagram que explicaba su intención, puesto que había ciertas personas que se habían ofendido. Pues, queridos, si ofende es porque escuece, y si escuece es porque existe un problema. Y los problemas han de solucionarse. Mirar para otro lado no lo hace desaparecer.
¿En qué momento la justicia en la que tanto había creído esos años le parecía absurda? Él formaba parte de esa ley. Pero ¿realmente estaba de acuerdo con ella, o él era un trazo más de una pintura que buscaba dar una falsa sensación de seguridad y justicia?
Armentum (Comisario Ole Lie)
Img: verywellmind

Antes de terminar, me gustaría puntualizar ciertos aspectos negativos que he ido encontrando a lo largo de las páginas.

Objetivamente hablando, existen ciertas erratas y faltas ortográficas que, de cara a una posible segunda edición, sería conveniente corregir. Al igual que el uso de los guiones (rayas de diálogo, para ser precisos), pues no siempre es el acertado. Como escritora autoeditada, no puedo evitar poner especial atención en este tipo de detalles. Y alguna otra cosilla por ahí que no considero relevante incidir en ella.

Subjetivamente hablando, cierta escena al final de la historia me ha parecido fuera de lugar. Me explico. Es evidente que queremos conocer los motivos del asesino para llevar a cabo sus crímenes, y hasta ahí es totalmente comprensible. Ahora bien, no me parece verosímil que la exposición de razones se dé en medio de una escena tensa, con armas de fuego de por medio, donde el asesino corta todo el ritmo para sentarse y dar la explicación. Literalmente. Desde mi punto de vista, la credibilidad habría sido mayor si se hubiese transmitido al lector a través de flashbacks o contada por el asesino pero una vez la escena de acción hubiese finalizado.

En resumidas cuentas: Armentum me ha gustado, lo he disfrutado, y definitivamente me impulsa a hacerme con su segunda parte, Therion, también disponible en Amazon. Desde aquí, agradecer a la autora la lectura y la lucha por visibilizar una lacra social que ha de ser erradicada.

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